“RIOS DE AGUA VIVA”


“RIOS DE AGUA VIVA”

Diciembre 31 de 2020

“Nadie puede bañarse dos veces en las aguas de un río”. Esta frase se le atribuye a Heráclito de Efeso, un filósofo estoico anterior a Sócrates. Parece ser que esta frase la usaba como consuelo para dar a entender que el tiempo que vivimos es como el agua de un río que corre y en efecto nadie puede bañarse con las mismas aguas del caudal de un río, porque se renuevan al paso de la corriente. Del mismo modo, los tiempos y vivencias, así como los problemas y necesidades, no son las mismas al paso de esta dimensión en que vivimos.

Tal vez cometamos los mismos errores, pero, siempre las circunstancias y problemas serán diferentes. Así este año 2020 que hoy se acaba, será único para bien o para mal y no lo volveremos a ver. Mire, cómo a pesar de la pandemia, muchos siguen celebrando como si fueran años (aguas) anteriores. Para ellos, este mensaje:

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Juan 7:37

Si usted puede celebrar con vida y salud ¡Gloria a Dios! Pero, por otro lado, si usted está enfermo, ha sobrevivido al Covid19, ha sufrido pérdidas por esta enfermedad, y tiene “sed”, no solo física, sino de justicia, de una necesidad apremiante, de salud, lo mejor que puede hacer es escuchar y aceptar la invitación que hoy Jesús vuelve a repetir: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”:

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. Juan 7:38

No solamente nunca más volveremos a “bañarnos” en este río llamado 2020, además, “nosotros mismos” seremos fuentes en dónde nuestros hijos, esposos, familiares y hermanos, podrán lavarse, como una fuente de agua, “agua viva”.

“Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. Juan 7:39

¡Increíble! Algo que ni Heráclito, ni Sócrates, ni Platón, pudo saber ni imaginar. Tal vez por ello, a pesar de la idolatría, tan arraigada a la diosa Diana, cuando llegó el Evangelio Efeso, fue abrazado, con mucha ternura y amor y la carta que escribe el apóstol Pablo, fue cargada de mucha doctrina, de “ríos de agua viva”. Apreciamos una exaltación a la tercera persona de la Trinidad, que es el Espíritu Santo.

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”. Efesios 1:13

De modo que hayamos pasado lo que pasamos, este año se va y si acaso lo recordaremos como un aprendizaje que nos da el Señor. Pero la cuestión es: ¿Qué haremos para el futuro, que aprendimos además de las aguas del río que mencionó Heráclito? Jesús le dijo a una samaritana:
“mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14

Hoy tenemos la bendición de recibir el año como aconsejó Jesús

¡Feliz año nuevo!

J. L. R.