¡YA NO DISCUTAS!

Domingo 13 de Diciembre del 2020

¡YA NO DISCUTAS!

«Sin embargo, la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera»  Santiago 3:17 (NTV)


¿Te ofendes fácilmente? ¿Siempre estás buscando pelea? ¿Tu mecanismo de defensa se activa en cualquier tipo de conversación?

La Biblia dice que, si eres sabio, no discutirás con todo mundo por cosas intrascendentes, situaciones que en unos cuantos días, meses o años ya no tendrán relevancia alguna: «La verdadera sabiduría, la sabiduría de Dios, comienza con una vida santa y se caracteriza por llevarse bien con los demás» (Santiago 3:17 El Mensaje).

Las personas sabias procuran mantener la paz y la armonía. No llevan un botón rojo sobre sus hombros, listo para ser apretado por alguien incómodo y explotar al instante. No se ofenden fácilmente y no dicen ni hacen cosas que saben que despertarán la ira de otras personas.

“Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito” (Proverbios 20:3 NVI).

Ser sabio con tus relaciones significa evitar discusiones. Hay una larga lista de cosas que provocan discusiones. Aquí hay tres cosas específicas que puedes evitar al tratar de honrar a las personas y construir relaciones más pacíficas y amorosas.

NO TE COMPARES. La comparación genera discusiones porque muestra que no estás satisfecho y contento con lo que tienes y como Dios te formó. Cuando estés satisfecho con tu vida (contentamiento), esto se mostrará en tus buenas y saludables relaciones.

NO CONDENES.  No es de extrañar que el uso de declaraciones condenatorias como «Todo es tu culpa» o «Deberías avergonzarte de ti mismo» dé lugar a discusiones y pleitos. O tal vez brincan a la conversación frases como, «Deberías»«No deberías»«Tú siempre» y «Tú nunca». Usar frases como estas y condenar a las personas te coloca por encima de ellas. Y esa no es la manera de ser y actuar de Jesús.

NO CONTRADIGAS. Cuando estés en medio de una discusión, no te preocupes por las cosas pequeñas. Si alguien se equivoca en un detalle, déjelo pasar. William James, un psicólogo famoso, dijo: «La sabiduría es el arte de saber qué pasar por alto». Si puedes aprender a dejar pasar las cosas, notarás que tus relaciones serán mucho más pacíficas.

La comparación, la condena y la contradicción siempre conducen a discusiones y pleitos. Pero cuando, en cambio, eliges mostrar gracia, Dios puede transformar tus relaciones.

Reflexiona acerca de esto:

  • ¿Cuál de estos tres —comparación, condenación y contradicción— empleas con más frecuencia en tus conversaciones? ¿Por qué?
  • ¿Por qué crees que es difícil para nosotros dejar pasar algo cuando no estamos de acuerdo? ¿Por qué a menudo queremos tener la última palabra?
  • ¿De qué manera Jesús modeló la pacificación en sus relaciones?