“ENRIQUECIENDO Y BENDICIENDO”

“ENRIQUECIENDO Y BENDICIENDO”

Diciembre 9 del 2020

Otra idea equivocada de celebrar la Navidad, se refleja en las finanzas personales. Yo no sé de dónde nuestra sociedad y la cultura occidental, ha establecido que en esta época del año, se debe tener dinero para gastar. Eso definitivamente no es celebrar la Navidad. Por un lado los patrones guardan los aguinaldos para sus empleados y por otro, los comerciantes están listos para lanzar ofertas. No está mal disfrutar de las bendiciones que el Señor nos da en lo económico. Para eso trabajamos duro en el año y más en uno como este, dónde hemos tenido que acoplarnos a una manera diferente de trabajar, por el riesgo sanitario.

“Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río; y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas”. Génesis 41:17 a 20

Popularmente está historia Bíblica es muy conocida, pero muy poco obedecida, el Señor le reveló a José, el significado:

“He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra”. Génesis 41:29 y 30

Un buen resumen de lo que el Señor revelaba a Faraón por medio de José, es el mandamiento de trabajar duro para enriquecerse, pero, también saber ahorrar para los tiempos difíciles. No importa que tan abundante sea la bendición que el Señor le de; lo importante es saber administrarla por medio del ahorro, para la época de “vacas flacas”. Puede bendecirlo mucho el Señor, pero así como en un día ingresa mucho al otro día gasta mucho y a veces hasta más de lo que puede pagar. Por eso, en esta época, “regale afecto, no lo compre”, como decía un anuncio de mi infancia. Mire:

No quiera vivir una vida al límite de sus ganancias. Recuerde que si es bendecido es para administrar esa bendición a su familia y a quien pueda ayudar:

“No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste”. Proverbios 23:4

Las tarjetas de crédito usadas sin sabiduría, pueden ser su perdición. No es dinero suyo. No tome en cuenta su crédito como parte de su patrimonio:

“¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo”. Proverbios 23:5

Cuide sus amistades y las de sus familiares. A veces socialmente somos presionados a llevar una vida de opulencia que no podemos llevar. ¿Quién dijo que la cena de Navidad debe llevarse a cabo con un gran banquete donde abunde la doble moral y la hipocresía? El Señor nos dio muestra de que su nacimiento fue muy humilde:

“No comas pan con el avaro, Ni codicies sus manjares”. Proverbios 23:6

Pero, sobre todo, haga su norma de vida, para cualquier época del año, ser un hombre trabajador y próspero, pero al mismo tiempo previsor y ahorrativo:

“Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos rotos”. Proverbios 23:21

Buenos días

J. L. R.