“DIPLOMATICO PRESO»

“DIPLOMATICO PRESO”

Diciembre 4 del 2020

Pues ya llegamos al último mes del año y la pandemia, no cesa. Al contrario, cada día se incrementa y nos sigue manteniendo confinados en nuestras casas, sin poder salir. Bien dice el dicho: “la jaula, aunque sea de oro, no deja de ser prisión».

“Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”. Efesios 4:1

La Palabra del Señor, nos demuestra con el ejemplo del apóstol Pablo, que a pesar de estar confinados y con algunas dificultades, continuó su ministerio de ser embajador del Rey de reyes y Señor de señores. Dios nos llamó para que fuésemos salvos y para que demostremos al mundo a través de nuestro cambio radical, Su poder tan grande para transformar a la gente y convertirnos en sus ministros, en sus agentes diplomáticos. No hay prisión ni cadena que pueda detener el propósito divino.

“con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. Efesios 4:2 y 3

Recordemos que grandes personajes de la historia, han aprovechado la reclusión involuntaria desde una mazmorra hasta un destierro, en algún lugar del extranjero. Es el caso de Miguel de Cervantes Saavedra, quien en la prisión de la Cárcel Real de Sevilla, estuvo preso y ahí escribió su obra maestra, “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”; lo mismo sucedió con Martín Lutero, quien tradujo la Biblia del hebreo y griego al alemán en su cautiverio, así como Fiodor Dostoievski y Alexander Solzhenitsyn, sus escritos más ingeniosos y conmovedores fueron escritos en una fría celda. Pablo fue el apóstol más prolífico, pues fue usado por el Señor, a pesar de su encarcelamiento, sus cartas a las iglesias, de exhortación, de orientación y formación doctrinal, fueron escritas desde su mazmorra.

“a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Efesios 4:12 y 13

De modo que gocémonos en el nombramiento de tan alta investidura que nos concede el Señor. Ni más ni menos, que ser sus embajadores, a pesar del confinamiento.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Efesios 4:22 a 24

¡Claro! Por todo ello los psicólogos y psiquiatras, recomiendan que, a pesar de no tener necesidad de salir, nos levantemos como lo hacíamos y nos arreglemos, visitemos y actuemos como lo hacíamos antes, cuando salíamos al trabajo. Actuemos y vistámonos como ministros, embajadores dignos del reino que representamos. Y seamos fieles a nuestros estudios, reuniones virtuales e instrucciones que nos da nuestro Señor y Rey, para continuar con nuestro ministerio, aunque por un tiempo, lo sigamos haciendo a distancia, como lo hizo el apóstol Pablo, quien con sinceridad decía:

“por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”. Efesios 6:20

Buenos días

J. L. R.