“ENSEÑOREANDONOS”

“ENSEÑOREANDONOS”

Diciembre 1 del 2020

Por más increíble que parezca en medio de esta pandemia, dónde pensaríamos que todos debemos de ayudarnos, un joven heredero de todo el patrimonio de su madre, acudió a consultarme como abogado, porque su hermana menor, no estaba conforme con la última voluntad de su madre.

Todos estamos de acuerdo que de toda la creación, los seres humanos, somos muy especiales para el Señor.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Génesis 1:26

¡Casi nada! El Señor nos hizo “a su imagen y semejanza”, para ser señores de la creación. Sobre las criaturas del mar, las aves en el aire y en todas las formas de vida “bios”, es decir para cumplir el encargo y mandamiento de Dios, es que nos equipo y dio toda una serie de virtudes, habilidades e instrucciones para llevar a cabo el propósito divino.

“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así”. Génesis 1:29

¡Que bendición! Sin embargo, con la desobediencia del hombre, toda la creación cayó con él y se distorsionó, el proyecto de vida para los seres humanos. Y es que no hay peor mentira que la que tiene mucha verdad, me explico: El Señor, dio la orden de enseñorearse de los animales, las plantas y de todas las “cosas”. Sin embargo, por el pecado, el género humano, ha cometido el error, de “enseñorearse” de sus semejantes, de seres que también son imagen del Señor.

“Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te ENSEÑOREARÁS de él”. Génesis 4:6 y 7

A partir de ahí, la humanidad equivocadamente, pretende enseñorearse de la creación, pero, también de sus semejantes, de sus hermanos. El hombre, ha cambiado el mandato de Génesis 1:28, buscando sobre quién “enseñorearse”. Desde casa entre hermanos, hijos de los mismos padres, como en la ilustración del principio, hasta sociedades enteras. Eso explica la discriminación, la esclavitud, pero, también, las estafas y amenazas, que no han cesado con la pandemia. Al contrario, el “hombre sigue siendo el lobo del hombre”, como decía Thomas Hobbes, en su obra “El Leviatán”.

Por ello la tarea del Señor Jesús, fue volver a dar forma, a las cosas, con este contexto, ahora sí podemos entender Su Palabra:

“Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”. Marcos 12:31

Es decir, debemos enseñorearnos de la creación. No de nuestros semejantes, que también son “imagen de Dios”. Hoy es un buen día para iniciar con esta actitud.

Buenos días

J. L. R.

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