“ESCUCHANDO LA VOZ DEL SEÑOR”

“ESCUCHANDO LA VOZ DEL SEÑOR”

Octubre 22 del 2020

Pues seguimos viviendo la pandemia y parece que volveremos a padecer como al principio. Se rumora que volveremos a encerrarnos como al principio debido a un “semáforo rojo” como dice la autoridad. Se está dando otra vez un incremento en los contagios, a pesar de que muchos que vivimos la moral de Dios, por convicción y dirección sobre todo de la Escritura, nos cuidamos y vivimos como la autoridad señala. Existe una gran diferencia entre escuchar la voz del Señor y hacer las cosas a nuestro parecer. Pablo, el apóstol, padeció lo mismo:

“Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas.» Hechos 27:9 y 10

¿Cuantas veces, le pedimos a amigos o compañeros de trabajo que usen cubrebocas, que lo utilicen bien, que se laven las manos, que se abstengan de acudir a lugares concurridos? Sin embargo, se dio un “rebote”, debido a que lugares de diversión, abrieron como antes, sin guardarse del virus.

“Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía”. Hechos 27:11

Estamos peor que cuando empezamos, como la inoculación del virus no sucede, sino en un periodo de 15 días, nos confiamos y regresamos a vivir “normalmente”. Pero aún así, hacemos “oídos sordos” a la “voz del Señor”

“Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si puediesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí”. Hechos 27:12

Por supuesto que hay cosas que no nos gusta hacer, es incomodo traer el cubrebocas en la cara, lastima las orejas y se siente que nos falta el aire. Pero, es algo muy simple que hace la diferencia entre la vida y la muerte.

“Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida”. Hechos 27:21

El Señor es sabio y bien hacemos en escuchar su voz. Por el momento es incómodo, pero, debemos oír al Señor. En su gran amor, la mayoría de las veces como buen Padre, nos ayuda a salir adelante sin reproche:

“Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo”. Hechos 27:22 y 23

Escuchemos la voz del Señor, porque:

“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende”. Salmo 34:7

Buenos días

J. L. R.