VIVIENDO PARA UNA AUDIENCIA DE UNO

Lunes 19 de Octubre del 2020

VIVIENDO PARA UNA AUDIENCIA DE UNO

«»Nadie puede ser sirviente de dos patrones,»  Lucas 16:13 (NBV)


Cuando estás preocupado por lo que otras personas piensan de ti, no puedes ser lo que Dios quiere que seas. Pero, cuando aprendes a pensar como Jesús, no te preocuparás por complacer a todos. Jesús tenía el enfoque correcto. Solo le preocupaba agradar a Dios.

Jesús nunca fue manipulado por las multitudes o por la aprobación o desaprobación de nadie más. Vivió para la audiencia de solo uno, la de Dios: “Trato de agradar al que me envió” (Juan 5:30 TNCV). Cuando tienes la mente de Cristo, eso precisamente es lo que haces.

¿No se simplificaría tu vida, si vivieras solamente para una audiencia de uno? Si a Dios le gusta lo que estás haciendo, entonces sabrás que estás haciendo lo correcto.

Dios dice en Mateo 3:17: «Este es mi Hijo amado, y en él me complazco»” (NBV). Jesús obviamente lo estaba haciendo bien.
La verdad es que nunca podrás complacer a todos. ¡Incluso Dios no puede complacer a todos! Cuando alguien ora para que haga sol, alguien más ora para que llueva. Alguien está orando para que su equipo gane y alguien más quiere que el equipo contrario sea el ganador. No puedes complacer a todo el mundo.

Lucas 16:13 dice: «»Nadie puede servir a dos amos» (NTV).

Tienes que decidir de quién vas a buscar la aprobación: la aprobación de Dios o la aprobación de otras personas. ¿Vas a vivir por lo que piensan otras personas, o por lo que piensa Dios?


Cuando solo busques la validación y aprobación de las otras personas, significará que no te has dado cuenta de quién verdaderamente eres. No entiendes para qué te creó Dios, ni crees que Él siempre está contigo.

Jesús nunca permitió que la aprobación de las otras personas o el miedo al rechazo lo controlaran. Nunca quiso ganar un concurso de popularidad. No necesitaba las opiniones de otras personas para validarse.
Cuando tengas la mente de Cristo, estarás tan seguro de tu identidad, tu propósito y la presencia de Dios en tu vida, que no necesitarás buscar la aprobación y aceptación de otras personas.

Reflexiona en esto:

¿Por qué no puedes darte cuenta de tu identidad y propósito cuando estás preocupado por lo que otras personas piensan de ti?
¿Cuáles son tus principales objetivos? En cada una de estas metas, ¿la aprobación de quién te está motivando?
¿Cómo el conocer más la Palabra de Dios puede ayudarte a tener la mente de Cristo y estar más preocupado por Su aprobación que por la aprobación de otras personas?

EL PRIMER PASO PARA TENER LA MENTE DE CRISTO.

Si quieres empezar a pensar como Jesús, lo primero que tienes que hacer es invitar a Jesús a tu vida. No puedes tener la mente de Cristo sin una relación íntima con Él.

Haz esta oración:
“Mi Dios, no quiero pasar otro día de mi vida sin ti, controlando cada parte de mi corazón. A la luz de todo lo que has hecho por mí, me entrego a ti.»

“Te confieso todo lo malo y pecaminoso que he hecho, y te pido que me perdones por las muchas formas y muchas veces que he ignorado tu voluntad.  Te invito Jesús a mi vida. Eres el único que realmente puede transformar mi vida y darme una vida eterna contigo.»

“Padre, quiero que me des la mente de Cristo. Ayúdame a pensar de la manera que tú quieres que piense. Quiero empezar a vivir para una audiencia de uno, para ti. En el nombre de Jesús. Amén.»