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“CORAM DEO”
Octubre 9 del 2020
La expresión “coram Deo”, literalmente significa: vivir de cara al Señor, es decir, vivir consciente de que no podemos escondernos de la presencia de Dios.
“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás; Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar; Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra”. Salmo 139:7 a 10
Cómo podemos ver vayamos a dónde vayamos, estemos con quién estemos, veamos o digamos lo que sea, el Señor está con nosotros y por tanto debe provocar dos actitudes en nosotros, comportarnos como lo que somos hijos dignos educados y correctos como nuestro Padre celestial y por otro lado, debemos sentirnos seguros de que el Señor está con nosotros, no importa el callejón más oscuro, el hospital más contaminado o la playa más hermosa, el Señor está con nosotros y eso nos debe dar seguridad, aunque no sintamos o escuchemos a nadie
“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”. Sofonías 3:17
De manera que vivir “coram Deo”, es una parte de “vivir la moral de Dios”, es decir poner en práctica lo que hemos aprendido del Señor al leer y estudiar Su Palabra. ¿Qué padre no se siente muy contento con sus hijos cuando reciben visitas y los niños o jóvenes, demuestran su educación, saludan y reciben a los invitados y los atienden como les hemos enseñado?
“No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos”. 3 Juan 1:4 y 5
Desafortunadamente, nuestra ignorancia y confianza en lo que sentimos o captamos con los cinco sentidos, a veces impiden a los creyentes vivir plenamente “coram Deo”.
“Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz”. Salmo 139:12
Así que, procuremos vivir la Moral de Dios, “coram Deo”. Honremos a nuestro padre demostrando que le amamos haciendo lo que le gusta que hagamos, sabiendo que siempre caminamos y descansamos con El. Caminemos seguros de que Él nos acompaña a dónde quiera que vayamos y nos protege por su gran amor. ¡Viva coram Deo!
“Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos”. Salmo 34:15
Buenos días
J. L. R.