“EL AROMA DE NOÉ”

“EL AROMA DE NOÉ”

Septiembre 28 del 2020

Nos quejamos de la pandemia, pero, nosotros daremos cuentas al Señor como Noé en su tiempo, me explico:

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” Génesis 1:28

Observemos que el Señor ordenó “enseñorearse de la creación y sojuzgarla”. Pero, no de nuestros semejantes. Por ello cuando los seres humanos, tuvieron oficios se les llamó “padres”. De los que habitan en tiendas, de los ganaderos, de los músicos, y de los orfebres.
Génesis 4:20 a 22

De modo que, no solo debemos honrar a nuestros padres. Debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, pero, si no nos amamos… Mateo 22:39

Es decir, si queremos ser bendición sobre las circunstancias, debemos arrepentirnos:

“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Mateo 4:17

La palabra “arrepentíos” (methanoia en griego. En hebreo es “regresa a tu estado original”) Es decir, a cuando el Señor dijo y vio que todo era bueno. Por ello, como creyente debe estar transformándose a cada momento conforme la naturaleza del Señor.

Abundando en ello, vemos que la creación se corrompió y el Señor se arrepintió, (Génesis 6:6) es decir decidió regresar a la humanidad al estado donde eran buenos. Además vemos que Noé allo gracia del Señor (Génesis 6:6), es decir regreso al estado original al ser humano. Es precisamente de la relación entre el Señor y Noé que aprendemos:

Primero, Noé halló gracia por ser justo delante del Señor, es decir constantemente buscaba regresar a la forma que el Señor le dio, y fue digno de recibir el proyecto de salvación de Dios.


Segundo. Noé obedeció sin cuestionar la falta de un “timón”, para guiar el arca. Porque confío en que no estaría a la deriva, porque el Señor guiaría la embarcación. Tampoco “el proyecto del Señor, tenía un sistema para detenerlo ni “velas” ni “remos” porque el arca se movería y se detendría hasta que el Señor lo ordenara. Eso nos debe de dar paz. Pero, aún así Noé era libre de hacer lo que debía hacer, para honrar a su Padre el Señor nuestro Dios. Porque Noé era responsable de hacer el arca pero el Señor de dirigirla, sustentarla y llevarla a dónde Él quisiera.

Tercero. Dios mandó colocar la “puerta” del arca en el techo para que solo veamos hacia arriba y andemos por fe y no por vista:

“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” Apocalipsis. 4:1

Cuarto. Seguramente, cuando todo el desastre del diluvio pasó, el olor era putrefacto, sin embargo cuando Noé hizo sacrificio, el olor cambio a un aroma Santo y agradable.

“Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho”. Génesis 8:21

Por ello frente a esta pandemia, nuestro aroma debe ser fragante de olor agradable al Señor. Aprendamos de Noé, para afrontar nuestras circunstancias y aceptemos los proyectos que el Señor nos da por más increíbles o imposibles que parezcan:

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. Romanos 12:1

Buenos días.

J. L. R.