“CONOCIMIENTO ES PODER”


“CONOCIMIENTO ES PODER”


Septiembre 26 del 2020

En las escuelas y facultades de ciencias políticas y de ciencias de la comunicación, es muy conocido el dicho “conocimiento es poder”. Incluso los periodistas, se hacen llamar: “el cuarto poder”, porque su trabajo es administrar y revelar las noticias en todos los medios de comunicación. La verdad tienen mucha razón, aunque en ocasiones distorsionen “la verdad”.

Bíblicamente hablando el Señor quiere bendecirnos pero, aún sus bendiciones, así como su Salvación es personal por ello, nos invita:

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3

Y es que Jesús, sabe que el ser humano lo busca solo para satisfacer sus necesidades, casi nadie busca a Dios, simplemente para conocerlo y esa actitud, provoca “caídas y descalabros” en nuestra vida, no solo espiritual sino en todos sus ámbitos. Por ello el Señor nos invita a conocerle, a descubrirlo:

“Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo”. Proverbios 25:2

De manera que entre mayor conocimiento tengamos de nuestro Señor, más “poder” tendremos.

“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8

El Señor a lo largo del Antiguo testamento, siempre invito a su pueblo para evitar su destrucción:

“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”. Oseas 6:3

Debemos de “conocer” entonces más de nuestro Señor, saber que le agrada, cómo adorarlo, como buscarlo para obtener una respuesta y aceptar su voluntad, para evitar caer en el error del fariseo y por el contrario tener poder como Jesús:

“Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros no le conocéis; mas yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra”. Juan 8:54 y 55

De modo que busquemos al Señor para conocerlo y no por lo que nos puede dar, aprovechemos su Espíritu Santo, porque:

“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros”. Juan 14:20

Buenos días

J. L. R.