“EVANGELIO Y COVID19”


“EVANGELIO Y COVID19”


Septiembre 22 del 2020

Se han anunciado avances en la vacuna contra el Coronavirus. Sin embargo, poco se le toma atención, porque está en una etapa de prueba. Nos enfocamos más en el sufrimiento y en una negación de que dicha pandemia, pueda llegar a nosotros. La verdad para querer ser vacunado, primero, es necesario, sentirse infectado y saber que realmente el peligro es inminente de sufrir por la enfermedad, como para estar convencido de querer vacunarse.

Algo muy similar es planteado en el mensaje de salvación que prédica el apóstol Pablo a la iglesia de Roma:

“¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios”. Romanos 3:1 y 2

La mayoría de la iglesia en Roma era de origen judío y por ello pensaban que no tenían necesidad de un Salvador, personal

“De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado. Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre)”. Romanos 3:4 y 5

La respuesta a esa pregunta, se escribe en el versículo 10, en adelante, de este capítulo de la carta a la iglesia de Roma:

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios”. Romanos 3:10 y 11

Y es que todos necesitamos la “vacuna” del Evangelio, contra el “virus” del pecado, algo más perjudicial que el Covid19, porque sus efectos son eternos.

“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia”. Romanos 3:21 y 22

Conforme al contexto del capitulo 3 de la carta a los romanos, no hay diferencia entre judíos y gentiles (no judíos). Todos necesitamos la sangre de Cristo, como vacuna contra el pecado. Solamente así, podremos vivir sin la esclavitud de adicciones, de malas costumbres, de falsas apreciaciones de cosas de la vida. Pero, primero, debemos estar convencidos de la necesidad de Cristo en nuestra vida:

“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”. Romanos 3:28

Tengamos fe porque Jesús es Salvador de todos:

“¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión”. Romanos 3:29 y 30

¡Vacunémonos eternamente! Buenos días

J. L. R.