TU IDENTIDAD Y PROPÓSITO

Martes 22 de Septiembre del 2020


TU IDENTIDAD Y PROPÓSITO


«Es en Cristo que descubrimos quiénes somos y para qué vivimos».  Efesios 1:11 (TTM)

La única forma de saber quién realmente eres y cuál es tu propósito en la vida, es mirando a Jesucristo. ¿Por qué? ¡Porque Él fue quien te creó!
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación.  En él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:15-16 RVC).

La frase «en Cristo» es una de las más importantes de la Biblia. En el Nuevo Testamento se usa 89 veces, y la frase «en él» se usa 79 veces.


Si has confiado en Jesucristo para tu salvación, eres lo que se denomina un cristiano, pero la palabra «cristiano» se usa solo dos veces en toda la Biblia. En los tiempos bíblicos, la descripción más común que se usaba para un seguidor de Jesús era «en Cristo».

Y esto apunta directamente a dónde debemos encontrar nuestra identidad como seguidores de Jesús. En la traducción al español de la versión The Message de Efesios 1:11 dice: «Es en Cristo que descubrimos quiénes somos y para qué vivimos» En Cristo, descubres quién eres, esa es tu identidad. Y en Él encuentras el motivo de tu existir, y ese es tu propósito de vida.

La única forma de conocer tu identidad y propósito en la vida es conociendo a tu Creador. Puede pensar que tú te conoces mejor a ti mismo, pero Dios sabe todo acerca de ti, incluso cosas que tú desconoces. Él te creó para amarte y te dio un propósito que solo tú puedes cumplir. Si realmente quieres saber cuál es ese propósito y cómo lograrlo, tienes que conocer a Jesucristo y pedirle sabiduría y dirección.

Cuando trates de encontrar tu identidad en otras personas, no la vas a encontrar. Cuando busques tu identidad en tu trabajo o en un deporte o pasatiempo, o en tus logros o tus causas altruistas, solo te sentirás frustrado y decepcionado.


Cuando finalmente encuentras tu identidad en Cristo, encuentras tu propósito de vida y razón de existir, y la motivación para ponerte a trabajar en Él y por Él.

REFLEXIONA EN ESTO:

  • ¿En qué has tratado de encontrar tu identidad además de Jesucristo? ¿Cuál ha sido el resultado?
  • ¿Por qué crees que conocer a Jesús y tener una relación personal con Él te motivará a perseguir tu propósito?

¿YA HAS CONFIADO EN JESUCRISTO PARA TU SALVACIÓN?


La Biblia dice que solo se puede llegar al Cielo confiando en Dios a través de su Hijo, Jesucristo. Y no tienes que ganarte el amor de Dios o abrirte a brazo partido tu camino al Cielo. La Biblia dice: «Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios,  no por obras, para que nadie se jacte.» (Efesios 2:8-9 NVI ).


Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración:


“Señor Jesús, me has prometido que si creo en ti, todo lo que he hecho mal será perdonado, aprenderé el propósito de mi vida y un día me aceptarás en tu hogar eterno en el Cielo.»

“Reconozco y te confieso mi pecado, y creo que tú moriste en la cruz por mi y resucitaste al tercer día, por lo que eres mi Salvador. Me has prometido que, si confieso mi pecado y confío en ti, seré salvo. Creo en ti cuando dices que la salvación viene por gracia, por fe, y no por nada de lo que yo pudiera hacer. Te recibo en mi vida como mi Señor. Hoy te entrego cada parte de mi vida a tu dirección. Tienes toda la autoridad para tomar todas las decisiones en mi vida.»“Jesús, quiero dedicar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En tu nombre te lo pido, Amén.»

Si hiciste esta oración para aceptar a Jesús como tu Señor y salvador, por favor compra una Biblia y empieza a leerla, inicia con el Evangelio de Marcos, y busca un grupo cristiano donde reunirte, donde estudien la Palabra de Dios y en oración le pidan su guianza.