“ACTUALIZACION ESPIRITUAL”
Septiembre 19 del 2020
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Salmo 46:1
Septiembre para los mexicanos, no solo es un mes de celebración, sino de conmemoración. Situaciones difíciles, se han padecido y en algunas hemos crecido como sociedad y en otra no tanto.
En 1957 la Ciudad de México, sufrió un movimiento telúrico, de 7.9 grados, y si bien, no afectó tanto la ciudad, el bello emblema del “Ángel de la independencia” cayó al piso, ante la mirada desconcertante de los defeños.
“Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar”. Salmo 46:2
Al paso de los años la Ciudad de México, regresó a su rutina y aunque había temblores de tierra, la corrupción y maldad, siguieron creciendo, aunque la misericordia del Señor, siempre se manifestó.
“Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza”. Salmo 46:3
El terremoto del 19 de septiembre de 1985, trajo destrucción y desolación. Gobierno y sociedad, parecía que habían entendido y se decretaron leyes, normas y protocolos para prepararnos para eventos así. En 1985, fueron revelados los pecados de constructores corruptos que construían edificios gubernamentales, con pésimo material y parecía que habían entendido sus errores delante del Señor.
No obstante todo ello, el Señor Jesús, se manifestó grandemente, porque su iglesia creció exponencialmente. Existen muchos testimonios de vidas cambiadas para gloria del Señor y muchos fueron salvos. Nuestra propia iglesia Bethel, es testimonio de ello, pues entre 1985 y 1990, se alcanzó una membresía de poco más de quinientos hermanos.
“Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo”. Salmo 46:4
En efecto, en medio de tanto desastre por el terremoto, la iglesia, fue como un “rio” que alegraba al Señor. Sin embargo, hace dos años, el mismo día volvió a temblar y las alarmas no sonaron. Recibimos un “curso de actualización espiritual”.
“Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz, se derritió la tierra”. Salmo 46:6
Habíamos cometido, el error de confiarnos en que las consecuencias del pecado muchas veces no son inmediatas. “Seguimos equivocando el tiro sin dar en el blanco”.
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gálatas 6:7
Hoy una vez más enfrentamos malestar. Está pandemia que padecemos a tres años de un terremoto, no es “casualidad”. Por todo ello, debemos reflexionar y agradecer al Señor, porque nos regala un nuevo día para enmendar el camino. Estoy seguro, que cada uno de nosotros tiene un testimonio de esos días. Hoy, acompáñeme entonces a decir con toda convicción:
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”. Lamentaciones 3:22 y 23
Buenos días
J. L. R.
aprendiendojuntosdejesus 