SABIA VIRTUD DE SABER ESCUCHAR

Miércoles 15 de Julio del 2020

SABIA VIRTUD DE SABER ESCUCHAR

“El buen juicio hace al hombre calmar su enojo y el pasar por alto la ofensa le trae honra”  Proverbios 19:11 (NVI)

Un paso importante para restaurar una relación dañada, es empatizar con los sentimientos de la otra persona.

Usa más tus oídos que tu boca. Antes de intentar resolver cualquier desacuerdo, debes escuchar primero los sentimientos de la otra persona. Pablo aconsejó, “Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás”  Filipenses 2:4 (NBV). La palabra “velar” es la palabra griega skopos, de donde tomamos nuestras palabras para “telescopio” y “microscopio”. Significa ¡enfocarse en poner atención! Enfócate en los sentimientos de la otra persona, no en los hechos. Comienza sintiendo empatía, no tratando de solucionar el problema.

Al inicio, no trates de evitar que la otra persona hable sobre sus sentimientos. Simplemente escucha y permítele desahogarse emocionalmente sin que estés a la defensiva. Asiente con la cabeza, en señal de que comprendes, aun cuando no estés de acuerdo. Los sentimientos no siempre son reales o lógicos. De hecho, el resentimiento nos hace actuar y pensar de maneras tontas. David lo admitió así: Se me afligía el corazón y se me amargaba el ánimo por mi necedad e ignorancia. ¡Me porté contigo como una bestia! Salmo 73:21-22 (NVI). Todos actuamos como bestias cuando nos sentimos heridos.

La Biblia dice, Las personas sensatas no pierden los estribos; se ganan el respeto pasando por alto las ofensas.”  Proverbios 19:11 (NTV). La paciencia viene de la sabiduría, y la sabiduría viene de escuchar la perspectiva del otros.

Al escuchar, le estas diciendo: “valoro tu opinión, me importa nuestra relación, y tú me importas”. A las personas no les importa lo que sabemos hasta que saben que ellos nos importan.

Para restaurar el compañerismo, Todos debemos apoyar a los demás, y buscar su bien. Así los ayudaremos a confiar más en Dios.”  Romanos 15:2 (TLA). Es un verdadero sacrificio absorber pacientemente la ira de otros, especialmente cuando es infundada.

Pero recuerda, esto es lo que Jesús hizo por ti. Él soportó la ira maliciosa e infundada, para podernos salvar. Porque ni siquiera Cristo se agradó a sí mismo, sino que, como está escrito: «Sobre mí han recaído los insultos de tus detractores»”  Romanos 15:3 (NVI).

Reflexiona sobre esto:

  • Aprender a escuchar antes de hablar, debe de ser nuestro principio en todas nuestras relaciones. Haz el propósito de hacerlo hoy en tus conversaciones y nota la diferencia en ti y en las otras personas.
  • ¿Puedes llevar la carga de escuchar y absorber la ira o frustración de alguien? ¿Por qué sí o por qué no?
  • ¿Por qué es importante que la gente se sienta comprendida, aun cuando no estés de acuerdo con ellos?