RECUERDALO MUY BIEN: ¡NO ESTÁS SOLO!»

Lunes 6 de Julio del 2020

RECUERDALO MUY BIEN: ¡NO ESTÁS SOLO!«

. . .  (el Señor) les dará una corona de belleza en lugar de cenizas, una gozosa bendición en lugar de luto, una festiva alabanza en lugar de desesperación.  . . . »  Isaías 61:3 (NTV)


Muchos de nosotros estamos atravesando por momentos de angustia y sufrimiento, debido a la pérdida del trabajo, al cierre de un negocio o a un problema de salud, incluido el temor de que tú o alguien que conoces pueda contraer el COVID-19.


También estamos sufriendo por el cierre de las escuelas, las fiestas de graduación canceladas y las bodas pospuestas. No hemos podido visitar a familiares y amigos, aunque estén gravemente enfermos en el hospital. Y, desgarradoramente, algunos más no han podido llorar la pérdida de un ser querido, a través de un funeral tradicional.

Sin embargo, Dios promete esto para todos los que lloran «. . .  (Jesús) les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido;  . . . « (Isaías 61: 3 LBLA).


El mejor ejemplo de cómo Dios transforma el dolor en alegría, es la resurrección de Jesucristo. Después de que fue crucificado, los discípulos de Jesús pasaron dos días en el más profundo temor, dolor y pena, que alguien pudiera experimentar. Aunque Jesús les había prometido a sus discípulos que regresaría de entre los muertos, no pudieron comprender la realidad a través de su cegador dolor y desesperanza.

Pero una vez que los discípulos vieron a Jesús resucitado, entendieron que el pecado y la muerte habían sido derrotados. Fueron liberados de sus temores y ansiedades. Y en ese evento, encontraron nuevamente su gozo y alegría.A medida que te aferres a las promesas de Dios durante estos oscuros días de pandemia, tú también encontrarás la liberación de tus temores, incertidumbres y ansiedades, y encontrarás el gozo y la alegría nuevamente.

Pero, ¿cómo puede suceder eso? Al confiar en el poder de Dios, el mismo poder que resucitó a Jesús de la muerte. Puede convertir las cenizas en belleza, el dolor en alegría y la desesperación en alabanza.


La única manera de llegar al Cielo es confiando en el Hijo de Dios, Jesucristo. “Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios. Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados.” (Romanos 3:22-24 NTV).

Vivimos en tiempos inciertos, así que si todavía no lo has hecho, busca lo único que es absolutamente veraz y seguro: el perdón y la esperanza que solo se encuentran en Jesús.

Si estás listo para entregar tu vida al Señor, entonces haz esta oración:
«Señor Jesús, tú has prometido que si creo en ti, y aceptos que moriste en mi lugar, todo lo que he hecho mal será perdonado, conoceré el propósito de mi vida y algún día me recibirás en tu hogar eterno en el Cielo.»

“Reconozco y confieso mi pecado, y creo en tí como mi Dios y mi Salvador. Te acepto y recibo en mi vida como mi Señor. Hoy, te entrego cada parte de mi vida para tu control. Te doy todo el derecho y autoridad para tomar decisiones en mi vida.»

“Señor Jesús, quiero descansar en tu amor. Gracias porque no tengo que comprarlo o ganarmelo, merecerlo o trabajar por él. Quiero dedicar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Humildemente te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.»

Medita al respecto:

  • Debido a la pandemia de coronavirus, las personas han experimentado pérdidas significativas, que obviamente están lamentando. ¿Cómo cambiarán las cosas si le entregas tu pena y dolor a Dios?
  • ¿De qué manera, el recordar las formas en que Dios te acompaño en tu dolor y te sacó adelante en el pasado, te ayuda a confiar en Él para superar lo que hoy sufres?