¡CONFÍA EN ÉL!

a1.jpg
 
Sábado 27 de Octubre del 2018
 
 
Y DE VERDAD; ¿CONFÍAS EN TU SEÑOR?
 
 
“Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—   Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues, así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos”.
Isaías 55:8-9 (NTV)
 

El trabajo de Dios no es hacer que cada momento de tu vida sea fácil. Si así fuera, ¡nunca crecerías! Serías inmaduro, consentido, e increíblemente egoísta. Y eso no es lo que Dios quiere para ti.

Así que, cuando estás en medio de una necesidad o dolor, y oras y oras pero no ves la respuesta, ¿te deberías rendir? No. Tu trabajo es seguir orando y seguir confiando en que Dios responderá, porque sabes que todo lo que hace y todo lo que permite en tu vida, lo usará para tu bien. Debes aceptar como respuesta un “No”, un “Más despacio”, o un “Crece” hasta alcanzar un “Adelante”, porque sabes que Dios es un buen Padre, incluso cuando estás en medio de dolor.

Si una dentista te atiende una caries dental, eso te va a causar dolor. Y si ese dolor del taladro en tu diente te salva esa pieza dental, ¿dirías que es un mal doctor? No, ¡porque eso te sano!

Cuando Dios no elimina de inmediato tu dolor, Él te está diciendo en ese momento, “Mi gracia es suficiente para ti, y tú puedes manejar un poco de dolor, incluso mucho dolor que ese en tu vida, porque Yo estoy contigo y voy a usar esto para tu bien”.

Yo he tenido dolor en mi vida. De hecho, casi todo lo importante que he aprendido en la vida, lo he aprendido a través del dolor. No he aprendido casi nada del placer. He aprendido muy poco del éxito. Pero he aprendido mucho a través del dolor. Dios está más interesado en hacerme un hombre de Dios que querer que esté cómodo. Y Dios está más interesado en hacerte un hombre o una mujer de Dios que querer tu comodidad. Estarás cómodo por toda la eternidad en el Cielo, pero ahora, estás en la etapa de crecimiento, así qué no vas a obtener todo lo que pides.

En la escritura, leemos, “Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—   Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues, así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos”. (NTV).

Mientras estás orando al nivel de tu necesidad o problema, Dios está pensando en tu vida a un nivel mucho más alto, desde una perspectiva mucho mejor. Dios quiere el bien para tu vida incluso mucho más que tú mismo.

Entonces, una vez considerado todo esto; ¿vas a confiar en Él?

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Qué has aprendido del dolor en tu vida?
  • ¿Cómo puedes animar a alguien que está experimentando dolor en su vida justo ahora y esperando en Dios que responda su oración?
  • Como seguidor de Jesús, ¿Por qué es esencial seguir creciendo para ser más como Él?
a2.jpg