Vive en base a lo que sabes…

Martes 23 de Octubre del 2018

LO VITAL ES LO QUE SABES, NO LO QUE SIENTES

“También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia”.Romanos 5:3 (NTV)

Seguramente conoces la historia bíblica de José (el soñador), cuyos hermanos lo vendieron como esclavo, pero terminó siendo el segundo al mando en Egipto. Años después de esa traición, José se enfrentó a sus hermanos y les dijo: “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente” (Génesis 50:20 NVI).

A eso se le llama sufrimiento redentor, que es donde sufres para el beneficio de otras personas. ¡Es lo que Jesús hizo por ti! Cuando murió en la cruz, no estaba pagando por sus pecados, porque no tenía ninguno. Él estaba pagando por tu pecado y por mi pecado.

En el sufrimiento redentor, Dios toma el dolor y hace que el mundo sea un mejor lugar, por lo que viviste y sufriste. Dios te dice: «No todo va a ser bueno en tu vida, pero puedo usarlo todo para el bien y acomodarlo dentro de mi plan, incluso las heridas, los pecados de otras personas, hasta cuando eres inocente y has sido herido por otros».

Porque Dios es un Dios bueno, le encanta sacar lo bueno de lo malo. Cualquier persona puede sacar bien de lo bueno. Solamente Dios saca bien de lo malo.

Romanos 5:3 dice, “También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia” (NTV). Puedes ser feliz incluso en medio de la presión, las pruebas, los problemas y la tribulación. ¿Por qué? Fíjate en la frase «porque sabemos». La felicidad en la vida depende de lo que sabes, y no depende de lo que está sucediendo en tu vida. Puedes poner a dos personas en las mismas circunstancias y una de ellas puede ser feliz mientras que la otra está devastada. ¿Por qué? Porque lo que sabes, es lo que hace la diferencia.

Dios está mucho más interesado en tu carácter que en tu comodidad. Él quiere que crezcas más, buscando ser como Él mientras estés aquí en la Tierra, porque lo único que podrás llevarte al Cielo es quien tú eres. ¿Y cómo lo hace Dios? A través de todos esos problemas y pruebas a los que te enfrentas. Al estar en medio de ellos, puedes saber que Él está desarrollando tu paciencia y persistencia, y usará tu sufrimiento para tu bien y para el bien de los demás.

¿Ya has confiado en Jesús para tu salvación?

La Biblia dice que solo podemos llegar al Cielo confiando en Dios a través de su Hijo Jesucristo, y no tenemos que ganarnos el amor de Dios ni abrirnos paso hacia el Cielo. La Biblia dice: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:8-9 NVI).

Si no has confiado en Jesús ni te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo, haz esta oración con todo tu corazón:

“Amado Jesús, has prometido que si creo en ti, todo lo que he hecho mal será perdonado, sabré para qué estoy en este mundo y algún día entraré a tu hogar eterno en el Cielo”.

“Reconozco y confieso mi pecado y creo que tú eres mi Salvador. Prometiste que si confieso mi pecado y confío en ti, seré salvo. Confío en ti cuando dices que la salvación viene por gracia, por medio de la fe, y no por lo que yo haga. Te recibo en mi vida como mi Señor y Salvador. Hoy estoy entregándote cada parte de mi vida para que tú la gobiernes. Tienes el derecho a tomar todas las decisiones en mi vida”.

“Jesús, quiero descansar en tu amor. Gracias porque no tengo que ganármelo ni trabajar para conseguirlo. Quiero usar el resto de mi vida para servirte a ti en lugar de servirme a mí mismo. Te entrego humildemente mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En el Nombre de Cristo Jesús. Amén.”

Reflexiona sobre esto:

• ¿Cómo cambia tu perspectiva en medio de tu sufrimiento cuando consideras que puede ser por el bien de otros?

• ¿Cómo cambia tu perspectiva en medio de tu sufrimiento cuando consideras que Jesús sufrió en la cruz por tu redención?

• ¿Cuáles son algunas cosas que has aprendido sobre Dios y sobre ti mismo mientras estabas pasando por un momento de sufrimiento? ¿Cómo te han ayudado esas lecciones a crecer espiritualmente?