Dios es bueno

Sábado 20 de Octubre del 2018

¿COMO DESCRIBIRÍAS A DIOS?

“Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación”. Salmos 100:5 (NTV)

Si sabes quién y como es Dios, esto moldeará la manera en que oras; entonces. ¿cómo realmente es Dios para ti?

Bueno, Dios tiene muchas características distintivas. Él todo lo sabe (omnisciente), Él todo lo puede (omnipotente), Él puede estar en todas partes al mismo tiempo (omnipresente). La Biblia nos dice que Dios es santo, justo, amable, amoroso y fiel.

Hay muchas, muchas características de Dios que podríamos estudiar, pero ahora estudiaremos específicamente la bondad de Dios, porque la bondad de Dios es la base de toda oración. Si Dios no es un Dios bueno, entonces no tenemos ninguna motivación para orar.

La única razón por la que hay algo bueno en el mundo es porque Dios es el Creador del mundo, y Él es un Dios bueno. Su bondad está en todo el universo. No puedes pensar en la bondad, sin pensar en Dios. Si no hubiera Dios, entonces no habría lo correcto ni lo incorrecto, ni el bien ni el mal.

La gente muy a menudo pregunta: «¿Por qué hay tanta maldad en el mundo?» Es muy simple: Dios no nos obliga a hacer el bien. El mal existe porque Dios nos dio la capacidad de elegir que hacer, y elegimos no hacer el bien la mayor parte del tiempo. El mal es realmente fácil de explicar. Lo difícil de explicar es por qué hay algo bueno en el mundo. En un mundo tan despiadado e inmisericorde, la única razón por la que hay bondad, es porque Dios es un Dios bueno.

Y porque Dios siempre es bueno, podemos saber ciertas cosas acerca de la oración. Cuando comprendas estas cosas, entenderás lo bueno que realmente es Dios, y entonces disfrutarás la oración. Ya no será más un deber. ¡Será una delicia!

Estaremos viendo varias implicaciones de la bondad de Dios para tu vida, que cambiará la forma en que orarás a partir de ahora.

Reflexiona sobre esto:

• ¿Por qué la bondad de Dios es una motivación clave para orar?

• ¿Es la oración un deber o un deleite para ti? ¿Por qué?

• ¿Cómo ha afectado la bondad de Dios la forma en que oras?